El futuro de la prensa escrita

junio 7th, 2012

“El nuevo mundo necesita un nuevo modelo. El renacimiento de la lectura significa el renacimiento de la escritura”. Con esas dos frases, el presidente ejecutivo de “The Economist”, Andrew Rashbass, deja claro que el panorama de los medios de comunicación ha cambiado y seguirá cambiando. Algunos diarios, dice Rashbass, se quedarán en el camino y otros saldrán reforzados, pero ya nada será igual.

Por eso, pronostica que “The Economist”, la publicación más influyente del mundo, va a ir perdiendo lectores de la versión impresa a la vez que ganará usuarios de los contenidos digitales. Con esa tendencia, Rashbass calcula que dentro de cinco años serán los ingresos procedentes de la web los que sacarán adelante a la compañía. El papel quedará, entonces, en un lugar comprometido a pesar de que actualmente la edición impresa todavía domina la audiencia de la revista semanal, con 1,49 millones de lectores.

En este sentido, Rashbass destaca la importancia que tienen las tabletas en el cambio y, para ilustrarlo, ofrece algunos datos: el 2% de los nuevos lectores en tableta lee regularmente los contenidos a fondo, otro 40% lo hace a veces y solo el 16% comparte el contenido. Asegura, además, que las tabletas tienen grandes oportunidades para la publicidad. “The Economist” asegura haber alcanzado un millón de lectores mensuales de su edición para tabletas y teléfonos móviles. La compañía reportó un incremento del 9% en los ingresos de 347 millones de libras y un aumento del 10% en sus ganancias operativas de 63 millones de libras en el año fiscal finalizado en marzo de 2010.

Todo ello hace que la lectura en dispositivos móviles se asemeje más a la tradicional en el papel, lo que provoca, para Rashbass, el nacimiento de una nueva era que él ha llamado “lean back 2.0”. “Todo ello ofrece nuevas oportunidades para medios como “The Economist”, pero obliga a repensar el modelo de negocio”, asegura el presidente ejecutivo del diario, quien ha pronosticado recientemente que el precio de la versión tableta digital del rotativo pronto coincidirá con la versión impresa de la publicación.

“En dos años, más de la mitad de los suscriptores estadounidenses de “The Economist” van a leer la publicación digital”, explica, a la vez que subraya que los gustos de la gente están cambiando: “Treinta millones de personas escuchan la Radio Nacional Pública en los Estados Unidos. La asistencia a los museos ha aumentado en todo el mundo. El Museo del Louvre, por ejemplo, atrajo a más visitantes en 2011 que un año antes. Todas estas tendencias reflejan el creciente poder de la masa inteligente”.

Esa masa inteligente es, precisamente, el público objetivo de “The Economist”, que está dispuesto a pagar un precio por unos contenidos de calidad. Este público, dice Rashbass, es más amplio que una élite y más atractivo para los anunciantes.

Por su parte Thomas Rabe, consejero delegado de Bertelsmann AG, asegura que los muros de pago se impondrán en los medios digitales. “Si los medios queremos futuro, habrá que establecer el pago”.

Rabe ha asegurado que la prioridad de la multinacional que dirige está en aumentar la apuesta por lo digital y explorar otros mercados como el de Estados Unidos o China.

El multimillonario Warren Buffet, que recientemente compró 63 periódicos en Estados Unidos, es razonablemente más optimista acerca del futuro del periodismo. En una carta enviada a sus empleados y editores, Buffet reconoce que “los tiempos son ahora mucho más difíciles que antes para los periódicos”, pero asegura que “aquellos que atiendan intensamente a sus comunidades tendrán un buen futuro”.

Por eso, asegura que su empresa, Berkshire Hathaway, seguirá apostando por el periodismo local y regional y “probablemente” comprará más periódicos próximamente.

El multimillonario reconoce que desde que entró en la prensa “la economía de los negocios ha cambiado drásticamente”. Buena parte de la culpa la tiene, en su opinión, la irrupción de Internet. “Debemos repensar la respuesta inicial que la industria dio a la Red. El instinto original de los periódicos fue entonces ofrecer gratuitamente el formato digital, lo que mata la impresión. Este es un modelo insostenible y algunas de nuestras iniciativas ya están moviéndose hacia algo que tiene más sentido. Una mezcla repensada entre tecnología digital y de impresión atraerá la audiencia y los ingresos que necesitamos”, explica Buffet en su carta.

Asegura, no obstante, que la circulación de los diarios a nivel nacional seguirá cayendo y, en algunos casos, se desplomará. Da tres claves para que un periódico acabe fracasando: que la ciudad tenga dos o más diarios como competencia; que pierda su posición como principal fuente de información para los lectores; o que la ciudad en la que se publica no tenga una arraigada identidad propia.

Por ello, Buffet adelanta que su empresa invertirá en lugares donde haya un fuerte sentido de comunidad. “Si a una ciudadanía le importa poco lo que le rodea, también le preocupará muy poco su periódico. El interés por los asuntos de la comunidad, además, varía inversamente con el tamaño de la población”. Por eso, el multimillonario asegura que comprará más periódicos en “ciudades pequeñas y medianas con comunidades establecidas desde hace tiempo”.

Las conclusiones a las que llegaron los editores españoles en el último congreso de la AEEPP celebrado recientemente en Valencia son similares, los editores proponen estar presentes en ambos medios. Mantener el impreso, como hasta ahora, y también tener presencia en dispositivos digitales. Algunos ponentes fueron algo más allá y anticiparon lo que está por venir: el futuro, sin que desaparezca del todo el impreso, pasa por estar en todas las plataformas posibles, con nuevas vías de negocio y aprovechando los recursos que durante años han acumulado los editores.

Sección: Análisis y Opinión
 

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