Cuando el mensaje está en lo que no se dice |
|
septiembre 11th, 2011 | |
En mayor o menor medida, casi todas las personas somos capaces de transmitir a nuestro interlocutor un mensaje que difiere en mucho, del significado literal que nuestras palabras dicen. Las transacciones ocultas significan decir cosas con segundas intenciones que no queremos manifestar abiertamente.
Pero si en la comunicación interpersonal, el tono de la voz, la expresión facial y la expresión corporal, nos ayudan a revelar el mensaje oculto, en la comunicación a través de ciertos medios de información las cosas se complican. Por ejemplo, muchos especialistas en el medio aseguran que la ironía en la radio no funciona. A la dificultad de hacer patente la doble transacción o mensaje oculto, hay que unirle la imposibilidad de contrastar la información efectiva que ha recibido nuestra audiencia, ya que la información fluye en un único sentido.
Por su parte, la comunicación escrita también entraña ciertos riesgos, el tono de la voz, la expresión facial y la expresión corporal, es la que imagina el receptor del mensaje, no la que pretendía transmitir el emisor. Razón por la que, si me permiten el inciso, recomiendo ante una situación delicada, releer nuestros textos antes de su envío, utilizando diferentes entonaciones y simulando diferentes estados de ánimo y, ante la menor duda, utilizar paréntesis, coordinadas explicativas o emoticonos que nos permitan dejar clara nuestra intención. En el periodismo escrito, cuando deseamos traspasar los límites de la legalidad, ya sea por falta de libertades o de ética profesional, disponemos de multitud de técnicas para decir lo que no estamos diciendo. Una de las más utilizadas, por su simplicidad, es la inclusión de imágenes que tergiversan las palabras y aportan cierta ironía al mensaje. Veamos un ejemplo: Tras cubrir una rueda de prensa ofrecida por el Partido Popular, el pasado 7 de septiembre, el periódico español “Público” y su filial “La Voz de Asturias”, más allá de limitarse a ofrecer las declaraciones de Esteban González Pons, portavoz del partido, nos ofreció su propia opinión e incluso, aportó algunas predicciones muy interesantes. Siempre que se considere opinión periodística, el tratamiento literal de la noticia es impecable, con la salvedad de un pequeño error de concepto, en el que la periodista asoció el Partido Popular Español con los conservadores en el Parlamento Europeo, en lugar de con el Grupo Popular y por la selección de la fotografía. Como podrán observar la imagen elegida podría inducir al lector a pensar que el Partido Popular Español, en general, y su portavoz, en particular, muy lejos de ser populares o, incluso conservadores, son próximos a ideas y prácticas fascistas.
Si el primer caso puede ser constitutivo de un presunto delito contra el honor del señor Pons, consagrado en el art. 18.1 de la Constitución Española, la difusión de las fotografías en la playa podría vulnerar el derecho a la intimidad de la señorita Pajín, ya que desvelan aspectos de su vida privada, resaltan sus defectos físicos y la representan en una situación que pueda hacer desmerecer su autoestima. Por lo que respecta a nuestro supuesto, no creo que vulnerase ningún derecho fundamental de la señorita Pajín, pero, a mi juicio, sería de mal gusto y éticamente reprobable. A este respecto conviene resaltar que si usted no disfruta de la “impunidad” que le brinda pertenecer a alguno de los grupos mediáticos próximos al poder, el artículo 148 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, establece que “cuando los delitos de calumnia e injuria se cometan en período de Campaña Electoral y con motivo u ocasión de ella, las penas privativas de libertad prevista al efecto en el Código Penal se impondrán en su grado máximo.” A. Rodríguez Redactor corresponsal España y Portugal |
|
Sección: Análisis y Opinión, Lectura Recomendada | |
|
|
3 Responses to “Cuando el mensaje está en lo que no se dice”Comentar la Noticia |
Excelente articulo.
Enhorabuena
BA
Me parece un interesante articulo aunque hay algo que me ha llamado poderosamente la atención y es lo de referirse a Leire Pajin como ‘ministro’ y no ‘ministra’ ¿Es una errata tipográfica?. Imagino que si.
El comentario no pretende crear polémica solo avisaros dfe la posible errata tipográfica por que como están las cosas a más de uno le sentaría mal.
Por último, una opinión personal: El famoso ‘MIEMBRA’ es un vulgarismo metido a tuerca y sin 3-EN-UNO por la clase política, lo que yo denomino un ‘vulgar-oficialismo’ al que los pobres Académicos no deben saber cómo hincar el diente.
Mientras que la palabra ‘MINISTRA’ si que esta recogida en el Diccionario de la Real Academia y me parece lo lógico que se utilice más cuando nos estamos hablando de una persona en concreto que ademas de obstentar el cargo de Ministro es del sexo femenino.
Enhorabuena por el blog
BA
Estimada B.A.:
En primer lugar, muchísimas gracias por leer nuestros artículos y por participar. En cuanto tenga un momento lo reviso.
Un afectuoso saludo,
Simón de María
Redactor Jefe
Agencias Pr