Grayling crea la marca «Future Planet»

noviembre 7th, 2011

Agrupa la especialización en comunicación global y relaciones con medios de la consultora sobre RSC, sostenibilidad y actividades con ONG.

Grayling, una de las mayores consultoras independientes de comunicación del mundo, anuncia la creación de la marca Grayling Future Planet bajo la que consolida su amplia experiencia en comunicación y relaciones con medios sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC), sostenibilidad y actividades con ONG y Fundaciones.

El lanzamiento de Grayling Future Planet es un movimiento estratégico que permitirá a la consultora seguir cosechando éxitos en un área en el que el equipo internacional de Grayling ya ocupa una posición de liderazgo y se erige como modelo a seguir. Su amplio reconocimiento en el mercado queda avalado por  los más de 20 premios internacionales que la consultora ha recibido por su trabajo en comunicación y relaciones con medios y comunidades en áreas clave como, entre otras, energía, cambio climático, reciclaje, gestión del agua, marketing responsable, comercio justo o colaboración con ONG.

Según explica Amanda Purdie, directora general de Grayling Future Planet, “Grayling ha desarrollado programas de comunicación sobre responsabilidad empresarial y sostenibilidad desde hace una década lo que nos posiciona muy bien para ayudar a las empresas a sumarse al reto de estimular el crecimiento económico dentro de un marco cada vez más intenso de presión ciudadana, de incremento de regulaciones, de escasez de recursos naturales y de impacto del cambio climático en nuestro día a día”.

Grayling cuenta con un equipo de más de 30 expertos en comunicación sobre RSC y sostenibilidad en toda su red internacional. En España, Grayling desarrolla campañas de RSC y sostenibilidad para clientes de sectores variados, como automoción, electrónica de consumo, finanzas y tecnología. Desde hace más de 10 años, Grayling España presta asesoría para la gestión de la RSC y muestra a sus clientes las vías más adecuadas para dar a conocer sus mejores prácticas en esta área, creando un enorme valor para empresas e instituciones con un impacto directo y positivo en su rendimiento.

Por su parte, Eduardo Fuentes, CEO de Grayling España, comenta: “la sostenibilidad es un tema muy complejo que se ha erigido como uno de los elementos centrales de la comunicación corporativa. Las compañías están sometidas a una gran presión para informar de forma transparente sobre este tema a sus clientes, a sus propios empleados y a las autoridades. Así mismo pueden crear oportunidades derivadas de su propia actitud responsable. En este contexto la clave está en poder pensar globalmente y actuar localmente, algo que nuestra experiencia como multinacional garantiza”.

En este sentido, la perspectiva internacional que proporcionan los consultores de la red internacional de Grayling tiene un alto valor añadido para aquellas compañías que buscan comprometerse con la sostenibilidad. Grayling Future Planet está diseñada para ayudar a sus clientes a comunicar sobre sus avances, a cambiar comportamientos, a redirigir enfoques y a esforzarse para un futuro mejor.

Agencia: Grayling España

Grayling es la segunda mayor consultora independiente de comunicación, ofreciendo servicios de relaciones con medios e inversores, public affairs y gestión de eventos. Grayling tiene 70 oficinas en 40 países en Europa, Estados Unidos, Oriente Medio y Asia Pacífico. La compañía tiene unos ingresos de más de 100 millones de euros y es parte de Huntsworth plc www.huntsworth.com .

www.grayling.com
Carmen Martos
Directora de Comunicación Corporativa
Tel. +34 91 522 10 08
carmen.martos@grayling.com

 

 

Se acerca «El día internacional de Compromiso con el huérfano»

octubre 6th, 2011

El próximo 11.11.11 se celebrará en la ciudad de Miami, Florida, EEUU, y simultáneamente en diversas ciudades del continente “El día internacional de Compromiso con el huérfano” con el auspicio del movimiento Religión Pura liderado por Rebeca y Brian Knowles. Con la participación de personalidades del tenor de Luis Palau, los músicos y artistas como Blest, Amanecer, Julissa, Miriam Bloise, Miguel Guerra, Lucrecia Duran, Rut Bogran, Ademar Arau, Patmos, entre otros.

“Las expectativas son muchas, las voces que se suman al clamor por los huérfanos ya no están en medio del desierto o en pleno Manhattan, hoy son una realidad que se hace oír y que nos hermana con más y más personas que decidieron ser parte de éste movimiento que denominamos Religión Pura” dijo Brian Knowles.

“Las invitaciones están corriendo por los medios como la cadena radial CVC La Voz, que será el medio oficial de transmisión para ese día con diversos spots y comentarios en los programas diarios. Como así también lo ha hecho Noti-Prensa.com, que se ha sumado desde el comienzo de ésta campaña. Los músicos y amigos que están generando videos y que compartimos en las redes sociales. Sabemos que hay otros medios que nos están apoyando y nos hace mucho bien saber que contamos con tantas personas que sueñan como mi esposo y yo con ayudar a que cada vez existan menos huérfanos sin familias adoptivas” expresó Rebeca Knowles, autora del libro titulado «El milagro de la adopción».

Entre las invitaciones que Rebeca menciona se encuentra la del grupo Amanecer, de Argentina (ver video aquí), quienes viajarán especialmente a Miami para ser parte del evento que se realizará en ésta ciudad. De igual manera, Rebeca también grabó un video (ver aquí) que fue mostrado ante 350 pastores de Miami en una reunión celebrada el mes pasado.

“Creemos que si tomamos conciencia de la importancia de dar amor a los huérfanos y de la necesidad que cubrimos, olvidaremos nuestros problemas y egoísmos que no nos permiten ver más allá de nuestra nariz. Sin lugar a dudas, el 11.11.11 marcará el comienzo de un movimiento mundial de transformación familiar para muchísimas personas. Por eso Noti-Prensa.com se comprometió y está dispuesto a apoyar a Rebeca y Brian en esta cruzada de dar AMOR a los que menos tienen y reciben amor” aseguró Lizzie Sotola, directora de Noti-Prensa.com

 

Responsabilidad Social Corporativa – Publicado por Nueva Empresa-Nº490-Año2005

octubre 2nd, 2011

Desde que el Santander Central Hispano (SCH) presentara el primer plan de Responsabilidad Social Corporativa del Banco a finales de 2002, se han publicado infinidad de artículos, libros e informes sobre RSC. Entre todos aquellos a los que hemos tenido acceso, uno de los que destacaría, por su claridad, profundidad y juicio critico, es el que a continuación les ofrecemos:

Por Jaime Avila – RdM

La rápida transformación económica y social que caracteriza nuestro tiempo lleva aparejada un profundo cambio en las costumbres, mentalidad y hábitos de consumo de la sociedad en general. Desde la aparición de los primeros fondos ISR -Inversión Socialmente Responsable -, o fondos éticos, durante la década de los años cincuenta, la sociedad en su conjunto ha recorrido un largo camino. Primero el posicionamiento de colectivos religiosos, después la guerra de Vietnam y más tarde el Apartheid en Sudáfrica, motivó una respuesta progresiva de amplios segmentos de la sociedad civil que decidieron castigar, en los mercados financieros y de consumo, a aquellas empresas que no adoptaron, lo que a su juicio, eran unos parámetros de comportamiento éticos frente al problema. Estos acontecimientos lejos de ser hechos aislados no representan más que puntas de  iceberg de una profunda transformación de los mercados, la sociedad comienza a pedir cambios en los negocios y una mayor implicación del entorno empresarial en los problemas sociales.

Paralelamente, y como respuesta a una amplia y progresiva demanda social, organismos internacionales comienzan a liderar el término de “desarrollo sostenible”, termino utilizado por primera vez durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en junio de 1972. En 1987 en el Informe de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo titulado “Nuestro Futuro Común”, conocido, en honor a su  autora, como “Informe Brundtland”, se establecen las bases de lo que hoy llamamos desarrollo sostenible. Por fin, la Conferencia de Naciones Unidas celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992 supone la interacción definitiva de ambos conceptos, ambiente y desarrollo, desarrollo sostenible y responsabilidad social corporativa. A partir de este momento el concepto de “empresa sostenible” se expande vertiginosamente alcanzando una amplia repercusión en los niveles de decisión de grandes compañías.

La “orientación hacia el mercado” ya no es suficiente, el enfoque hacia el consumidor deja paso a los “stakeholders”, “el entorno”. Las grandes compañías cotizadas observan como los mercados bursátiles (analistas, inversores y accionistas) prestan una creciente atención a las prácticas sociales y medioambientales de las empresas y como, paralelamente, el número de fondos de inversión que incorporaban criterios de RSC crecen a un ritmo muy superior al de los productos financieros tradicionales. Los estudios sobre comportamiento de consumo, ponen de manifiesto el creciente interés de los consumidores por factores relacionados con la RSC en el momento de la compra. Las administraciones públicas, en el proceso de toma de decisión sobre aspectos que directa o indirectamente afectan a la compañía, se ven muy influenciadas por las opiniones e intereses de sus propios electores (entorno familiar de los empleados de la empresa y empresas proveedoras, comunidades locales y en general toda la sociedad). Y, así aparecen un gran número de colectivos “stakeholders”, que tienen intereses en la compañía mas allá de lo que a priori cabría suponer y de cuya actitud depende en gran medida el futuro de esta.

En este entono competitivo las grandes compañías multinacionales han encontrado en el desarrollo sostenible una oportunidad para los negocios. El crecimiento sostenible entendido como fuente de ventaja competitiva, permite competir por actitudes y liderar comportamientos del público en general, difundiendo la información que refleja lo que la empresa siente y ofrece a la sociedad. Por lo que respecta a España, la RSC tiene su origen a finales de 1999 cuando la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO) especificaba los requisitos que debía cumplir un fondo para obtener la denominación de ético y ecológico. La atención que por aquel entonces prestaban los medios de información y por ende la sociedad en su conjunto a estos temas era muy escasa. Únicamente un reducido número de empresas españolas que entraron a formar parte del incipiente Dow Jones Sustainability Index (DJSI), parecían prestar algo de credibilidad a lo que, para muchos, podía parecer una moda pasajera. A finales de 2002 dicho índice situaba a 7 empresas españolas (BBVA, Endesa, Ferrovial, Iberdrola, Inditex, SCH y Telefónica) entre las 300 compañías mundiales con mayor criterio de «sostenibilidad» en la evolución futura de sus negocios.

Ese mismo año, el 8 de noviembre de 2002, por situarnos, pocos días antes de que la Audiencia  Nacional solicitase un informe al Banco de España relativo a los bonus y complementos de jubilación de Amusátegui y Corcóstegui, el presidente de Santander Central Hispano (SCH) Emilio Botín presentó el plan de Responsabilidad Social Corporativa del Banco. ¿La respuesta a una creciente demanda internacional de responsabilidad social corporativa?, ¿un esfuerzo por obtener crédito social en una época marcada por la crisis bursátil y los escándalos empresariales? o ¿una estrategia de marketing para captar la demanda social existente por este tipo de inversión? De cualquier forma y sea lo que fuere, son muchos los que creen que este gesto del primer grupo financiero español, marca el inicio en nuestro país de la carrera por liderar el concepto de la Responsabilidad Social Corporativa.

Un antes y un después, una avalancha de congresos, seminarios, informes, cursos, publicaciones, notas de prensa, artículos de opinión, entrevistas, reportajes, monográficos, especiales,… Es la era de la triple bottom line «la triple cuenta de resultados». El mercado ofrece una nueva perspectiva a las empresas, la dimensión económica se funde con la social y la medioambiental para alcanzar un equilibrio perfecto. El ser humano también se sitúa en una nueva dimensión; los habitantes de los países desarrollados pasan a denominarse “Stakeholders”, ya no tenemos que ser clientes o accionistas para importarle a alguien. Por su parte los habitantes de los países pobres, del hemisferio sur, alcanzan la cualificación de nuevos consumidores potenciales, un mercado virgen de 4.000 millones, ¡nada menos! y eso que muchos han muerto de hambre. Suena bien, pero en contraposición se alzan las voces de profesionales que opinan que nos encontramos ante la iniciativa “cosmética” de algunas empresas preocupadas por su imagen, “un nuevo efecto burbuja” con fecha de caducidad.

¿Nuevo?, pero, ¿realmente la Responsabilidad Social Corporativa es un fenómeno novedoso? La trayectoria empresarial de Carl Zeiss, desde que, en 1846, su fundador estableciera un taller de mecánica de precisión y de óptica en la ciudad de Jena, ¿no es RSC? Asumir libre y voluntariamente el compromiso de llevar la luz a todos aquellos lugares que permanecen ocultos «We make it visible”; haber contribuido activamente al desarrollo científico de la humanidad durante los últimos 159 años; haber liderado y sentado la base tecnológica para el desarrollo de la microcirugía o, por poner un ejemplo mas reciente, el desarrollo del PREVIEW PHP, una tecnología que permite la detección temprana de la degeneración macular, la principal causa de perdida de visión irreversible en mayores de 50 años y que, solo en nuestro país puede llegar a afectar a 3 millones de personas, ¿no es RSC?. Y que me dicen Uds. de Mickey que ya ha cumplido 78 años o Minnie, Donald, Pluto, Goofy… Si la transmisión de valores éticos a los verdaderos protagonistas de ese futuro que deseamos proteger no es RSC, exactamente ¿de que estamos hablando?

«Una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, tanto en su entorno inmediato como en el planeta en general.» «”código de gobierno para la empresa sostenible 2002”- Foro Empresa y Desarrollo Sostenible – www.fundacionentorno.org»

Dos años antes del nacimiento en Noruega de la doctora Gro Harlem Brundtland, Walter Elías Disney tras tres años de intenso trabajo y un millón de dibujos, obtenía 8 “Oscars” por su película Blancanieves y los Siete Enanitos. Cuando su padre, Gudmund Harlem, tras la invasión nazi, envía a la futura doctora, por aquel entonces con dos añitos de edad, a la neutral Suecia, Walt Disney nos presentaba a Dumbo, el elefante orejudo que es tratado sin respeto ni consideración a sus sentimientos por el mero hecho de ser diferente y que, reducido a objeto de mofa y escarnio, encuentra la salida en la amistad y el respeto que un, para todos, insignificante ratón le ofrece. Quizás esta película influyo sobre la Doctora y a través de esta sobre lo que se daría en llamar “informe Brundtland»; quizás no. De lo que estoy seguro, en contra de lo que algunos quieren hacer parecer, es del hecho que la RSC lejos de ser un fenómeno nuevo, es una práctica empresarial o forma de entender la empresa, tan antigua como la responsabilidad de las personas que las crean y dirigen.

Con independencia de que estemos o no de acuerdo con esta “gran puesta en escena”, lo que creo que para todos esta claro es que, si la sociedad apuesta decididamente por un mundo sostenible y por una sociedad más justa, libre y solidaria, las empresas para sobrevivir tendrán que ser capaces de adaptarse a este nuevo entorno competitivo. Vivimos inmersos en una sociedad que evoluciona al ritmo vertiginoso que marca la aparición de nuevos medios de información. Millones de ciudadanos (“stakeholders”) con acceso a medios de comunicación electrónicos que maximizan el efecto multiplicador del tradicional “Boca-Oreja” pueden, en cuestión de minutos, enviar un centenar de e-mails o SMS. Si la creatividad o el contenido lo merecen, en pocas horas el mensaje se propaga imparable -foros, chats, …-, a los pocos días de “campaña” la cobertura útil y la frecuencia promedio nos sorprenderían ¡Envidiable Gross Raitin Point! Si esto lo pueden hacer un puñado de usuarios neófitos, imagínense Uds. millones de personas con grabadoras, cámaras y videocámaras digitales integradas en sus móviles, e-mailers, robots y troyanos extractores de listas de correo… ¿Qué exagero?, pregúntenle Uds. a los vitivinicultores catalanes; o al mismísimo Don Mariano (en referencia a D. Mariano Rajoy y a las campañas tras el caso “Prestige” y los atentados, terroristas del 11-M en Madrid).

Ante este panorama no es de extrañar que las grandes corporaciones empresariales que hasta la fecha no lo hacían, hayan decidido que es el momento de empezar a tomarse en serio las sociedades en las que operan y a las personas que en ellas vivimos. El CRM deja paso al SRM (stakeholders relation management), el enfoque hacia el consumidor evoluciona hacia una concepción del mercado mucho mas amplia, un universo objetivo con diferentes grupos, segmentos y niveles de comunicación.

Pero si  conocer las expectativas y opiniones de estos grupos de interés, ha cobrado importancia de objetivo estratégico. ¿Por qué no hemos establecido canales de respuesta apropiados para ello? Supongamos que un  “stakeholder” al volante de su utilitario, se siente lesionado en sus derechos y vejado como ser humano por el conductor de una furgoneta de reparto que ostenta la imagen corporativa de una Organización empresarial. Una simple referencia en la furgoneta, junto al anagrama de la compañía, lamentando la posibilidad de que este hecho se pueda llegar a producir y un teléfono para, en su caso, denunciarlo, a la par que redundaría sobre la imagen general de la compañía, produciría efectos preventivos en la Organización, “terapéuticos” para el agraviado y redundaría sobre la calidad de la información sobre el entorno mas inmediato. ¿Por que, forzamos a nuestros clientes a tener que llegar a recurrir a las Administraciones Públicas a través de la hojas de reclamaciones y/o Oficinas de Consumo? ¿No sería más inteligente facilitarles una herramienta interna eficaz? ¿Disponemos de herramientas y equipos para conocer la opinión que esos “stakeholders” transmiten sobre la compañía en los diferentes medios de comunicación? Antes de aventurarse a comunicar RSC, la empresa sostenible debería aprender a escuchar. Porque solo aquellas organizaciones que sean capaces de detectar los cambios que se producen en los valores, actitudes y estilos de vida o de gestión de sus “stakeholders” podrán transmitir una imagen adecuada de si mismas.

Pero mucho cuidado a la hora de transmitir, por que si la RSC no es un fenómeno nuevo, su uso para enmascarar información comercial tampoco. Ya no vale todo, difundir actitudes RSC a través de campañas de publicidad exige un extremado tacto creativo y hacerlo como valor promocional en campañas de Marketing Directo puede generar rechazo en amplios colectivos sociales. Supongamos -porque para un solo artículo ya llevan lo suyo- una entidad financiera que desea captar domiciliaciones de nóminas y pensiones -un objetivo comercial muy loable- para ello contactan con una ONG que tenga claro lo de “el fin y los medios”. Se diseña una promoción RSC y se propone al universo de clientes potenciales. El Banco hace una aportación inicial de 300.000 € y se compromete a donar 100 euros por cada nueva nómina o pensión. Bueno…, vale. El Director de Comunicación Externa mediante comunicado de prensa informa a los medios del rotundo éxito de la promoción, “… logra 113.000 nuevas nóminas con campaña donación a …” “Esta promoción, en la que el banco hizo una aportación inicial de 300.000 euros, tenía como límite la donación de dos millones de euros, cifra que se alcanzó con la domiciliación de las primeras 17.000 nóminas o pensiones …” «EFE – 25/12/2002 (10:25h.)». Ah ¿y los 96.000 restantes, ahora ya clientes, con que cara se quedan? Que tenían que haber leído la letra pequeña; de acuerdo, pero convendrán Uds. conmigo que, en televisión, además de ser pequeña, está muy lejos y pasa muy deprisa.

Aquí no queda la cosa, un éxito comercial, de marketing y social de esta magnitud había que repetirlo al año siguiente. Pero esta vez habría que darle mayor carga emocional, debían conseguir una mayor implicación psicológica. “…La Campaña Nóminas y Pensiones 2003 está ligada a un proyecto humanitario: el Banco facilitará a … los medios necesarios para vacunar a 50 niños por cada nómina o pensión que se domicilie…” «Comunicado de prensa Enviado el Domingo, 05 octubre a las 02:31:52 – Contacto: …, Director de Comunicación Externa,…». Y si no domicilio mi nómina en su Banco -¿o debería decir el de sus “stakeholders”?- ¿va a dejar Ud. a 50 niños sin vacunar? Y, con eso de “…La duración de la campaña es desde el 1 al 31 de octubre y tiene como objetivo alcanzar la cifra de un millón de niños vacunados…” ¿Qué quiso decir exactamente? ¿Qué esta promoción es válida hasta el 31 de octubre o fin de existencias? Vamos, ¡que un millón y ni uno mas! (Don Emilio, no pretendo más que ilustrar con un ejemplo, son los “gajes de pionero”, me consta que el enfoque social de su Banco  es un ejemplo a seguir para todos).

Cuidado, otra vez, las pautas de comportamiento social van a evolucionar cuando menos al mismo ritmo que la oferta de información.  Como siempre, la moda llevará al exceso y este, al escepticismo y entonces será cuando millones de “stakeholders” comenzarán a hacerse muchas preguntas.

Anécdotas a parte, en un entorno competitivo como el actual, las empresas deben realzar su propia identidad e imagen básica ante la sociedad y las actitudes adoptadas en materia de RSC permiten trasmitir el conjunto de valores éticos, creencias, principios y directrices que la guían. Los grandes ya están ahí, liderando el concepto, para los demás acaba de comenzar la carrera. Suerte.

Fdo.: Jaime Avila
RdM – Recursos de Mercado
www.rdm.es

 

Red Deporte, finalista del concurso Héroe en 10 Segundos.

septiembre 29th, 2011

Última Hora – Los chicos de Red Deporte nos han enviado este mensaje: «Estamos a 900 votos del primero, y estamos movilizando a Roma con Santiago. Por ello, queríamos pediros como favor especialísimo, si pudiéramos salir los primeros en los boletines del 4 y 5 de octubre. Quedan 2 días para votar, y realmente necesitamos esos votos.»

Red Deporte compite como finalista con otros 17 países en el concurso internacional «Héroe en 10 segundos», organizado por Lenovo. Ayúdales a impulsar un programa deportivo para niñas en riesgo de exclusión y a equipar una aula informática en la Ciudad de la Esperanza (Zambia) donde llevan varios años trabajando.

Entra en la página Web del patrocinador y pincha en la bandera de España. Allí puedes ver el vídeo «Ciudad de la Esperanza», que dura dos minutos, y votar por él con un simple click (para poder votar te tienes que registrar, cosas del patrocinador, pero las niñas no tienen la culpa). Se puede votar todos los días, y cada día cuenta como un voto. (Recuerda que para que tu voto sea valido tienes que indicar en la pestaña de «edad» que tienes más de 18 años).

El plazo de votación termina el 6 de octubre. Los chicos de Red Deporte te agradecerán también si les ayudas a difundir esta información. Para ellos es importante, de esta forma les podemos ayudar a conseguir este proyecto para la Ciudad de la Esperanza.

Estamos a 900 votos del primero, y estamos movilizando a Roma con Santiago. Por ello, queríamos pediros como favor especialísimo, si pudiéramos salir los primeros en los boletines del 4 y 5 de octubre. Quedan 2 días para votar, y realmente necesitamos esos votos.

 

Burson-Marsteller asume voluntariamente la responsabilidad de educar a los ciudadanos de medio mundo. Todo un ejemplo de RSC

agosto 5th, 2011

Hasta hace poco tiempo en la Web Site de Burson-Marsteller podiamos leer: “Campañas de educación pública”

“No hemos inventado los esquemas con los que trabajamos: emisor, mensaje y receptor. Son la esencia de la comunicación. Sin embargo, las llamamos campañas de sensibilización pública porque tienen unas características específicas. Y son tan necesarias para el emisor cuando éste se ubica en el ámbito público, como cuando procede del ámbito privado. La única diferencia radica, quizás, en la percepción que la sociedad tiene de ellas. Se consideran no sólo inocuas, sino muy necesarias, cuando las ONGs o los Gobiernos las promueven y sospechosas, a veces, cuando el emisor pertenece al sector privado.”

“En Burson-Marsteller creemos que las corporaciones, ya sea a título individual o a través de asociaciones sectoriales, tienen todo el derecho a realizar campañas de sensibilización ante su público objetivo. Nuestro reto es ayudarles a que sus mensajes y posiciones lleguen a la sociedad definiendo campañas objetivas y rigurosas.”

“Al tratarse de campañas impulsadas por empresas o asociaciones que, en ocasiones, es preferible que no se conozcan, garantizamos la confidencialidad sobre nuestros clientes. Indicamos únicamente los sectores a los que pertenecen o el hábito/mal hábito sobre el que se trabajaba en las campañas.”

Así de claros se mostraban nuestros colegas de Burson-Marsteller, hasta hace poco, en su página Web (para ver la segunda versión que ofrecieron de este texto antes de retirarlo definitivamente, haga click sobre la imágen y amplíela). La primera vez que lo leí, reconozco que no le di ningún crédito. “Estos de Burson-Marsteller ya no saben que inventarse para vender algún valor diferencial” pensé. Inmediatamente me asaltó la duda, ¿a ver si el documental de Morgan Spurlock “Super size me”, conocido en el mundo Hispano como “Súper engórdame” va a ser una “campañas de sensibilización” promovida por alguno de nuestros colegas? ¡No imposible, no se puede caer tan bajo! Lo alejé inmediatamente de mi mente; aunque, por otra parte, los “ingredientes” resultan algo sospechosos: un cineasta independiente que intenta abrirse camino, un “protagonista” que, según diferentes fuentes, puede padecer algún trastorno de personalidad …

De cualquier manera y fuera quien fuese, el hecho es que Donald Gorske, en febrero de 2003, para demostrar lo perjudicial que podían llegar a ser las hamburguesas, concretamente las de McDonald’s, pasó 30 días alimentándose única y exclusivamente de Big Macs. Durante el rodaje del documental, Gorske consumió un promedio de 5000 kcal diarias en Big Macs (9,26 unidades diarias). Después de treinta días, según los autores de dicho documental había ganado 11,1 kg y aumentó su masa corporal un 13%. Paralelamente, experimentó cambios de humor, disfunción sexual y daños en el hígado. A la hora de analizar la noticia, tengan ustedes en cuenta que si en lugar de hamburguesas hubiese consumido 5000 kcal diarias en tomates, habría engordado lo mismo y se habría cogido la gota, por lo que tampoco estaría para muchas florituras sexuales.

Esta elucubraciones que hasta hace unos días no tenían ni pies ni cabeza, han empezado a cobrar cierto sentido con unos acontecimientos que se han producido recientemente. Como todos saben, el pasado día 3 de mayo, Christopher Soghoian, ex-investigador de la Comisión Federal de Comercio (FTC) para la prevención de prácticas comerciales fraudulentas, engañosas y desleales, informaba en su blog que John Mercurio de Burson-Marsteller, había intentando influir sobre él para que publicase información negativa acerca de Google. Al parecer Burson-Marsteller había sido contratado por una tercera compañía, que prefería mantener el anonimato, para “educar a la opinión publica” sobre supuestas malas prácticas que Google comete en materia de privacidad y derecho a la intimidad de los consumidores.

Esto que para Burson-Marsteller no es mas que el ejercicio del derecho de sus clientes a “realizar campañas de sensibilización ante su público objetivo”, “ya sea a título individual o a través de asociaciones sectoriales”, a otros nos parece una práctica que, en muchos países de nuestro entorno, puede llegar a ser constitutivas de un presunto delito de competencia desleal.

Pero aunque pueda parecer extraño, nosotros no criticamos esta práctica, todo lo contrario, cuando hace años descubrimos este servicio que nos proponía Burson-Marsteller en su página Web, al escepticismo inicial, le siguió cierto respeto: “Esta gente se atreve a hablar claro y decir lo que hacen sin tapujos; si además lo saben hacer bien, aunque yo no lo haría, ¡chapeau!”.

Nuestra profunda decepción no viene provocada, ni tan siquiera, por que no lo hayan sabido hacer, demostrando una gran torpeza y un total desconocimiento sobre las personas a las que se dirigen; sino por la respuesta poco profesional que le han dado a la “crisis” consecuencia de su mal hacer.

En primer lugar, no fueron capaces de garantizar la confidencialidad de su cliente, que según informó The Daily Beast, se trataba de Facebook. En segundo lugar, lejos de asumir la responsabilidad ante la opinión pública para defender y preservar la imagen de Facebook, con objeto de proyectar toda la responsabilidad de lo ocurrido sobre su cliente, se limitaron a declarar que “la tarea solicitada por Facebook debió haber sido declinada”. ¿Como que la tarea solicitada? Los que ofrecían este servicio abiertamente, aderezado con unos toques de RSC, eran ustedes señores de Burson-Marsteller.

A este respecto, Facebook declaró que contrató a Burson-Marsteller para exponer algunas cosas que Google estaba haciendo y que exponían la privacidad de los internautas, pero rechazó haber autorizado una campaña de desprestigio. “En vez de eso, queríamos que terceros involucrados verificaran que la gente no había autorizado la recolección y el uso de su información en Facebook y otros servicios, para que Google los incluyera en sus círculos sociales, así como el que Facebook no autorizaba dicha acción”, explicó la empresa.

Aunque personalmente creo que fue una estrategia acordada mutuamente, si estuviera en la obligación de creer a alguien, me decantaría por Facebook; no hay más que ver la información que Burson-Marsteller ofrecía en su Web para presentar este servicio y como se apresuró a eliminarla al inicio de la crisis.

Por último tampoco nos ha gustado como ha gestionado Burson-Marsteller su propia crisis. Reaccionaron, como ellos mismos han criticado mil veces, de una manera muy poco profesional: mintiendo y negando la evidencia en un primer momento y dando la callada por respuesta cuando finalmente se vieron acorralados, eso si, tras acusar veladamente a su cliente. Todo un ejemplo de lo que no se debe hacer.

Simón de María
Redactor Centroamerica y EE.UU